Quienes Somos

Paraguas magníficos en cuanto a diseño, tejidos, decoraciones, empuñaduras. Creaciones exclusivas que llevan a todo el mundo la producción italiana de este sector, en precisa contraposición a la gran competencia que cada día propone artículos de pésima calidad a precios irrisorios.

En la localidad de Castellucchio en la campiña mantuana aún hoy se siguen produciendo paraguas totalmente a mano para distribuirlos en todos los rincones del planeta con la marca Pasotti, próxima a sus 68 años.

Pasotti se distingue por la creatividad y el estudio constante de los materiales, todos estrictamente italianos: latón esmaltado, cristales Swarovski®, maderas de calidad para las empuñaduras, decoraciones maravillosas.

 “La empresa nació en 1956 –explica Eva Giacomini– y ha sido fundada por mi madre, Ernesta Pasotti. Trabajaba en una fábrica de paraguas de Milán y, cuando volvió a su ciudad natal, emprendió esta actividad en una casa de labranza. Comenzó produciendo bellísimos paraguas que vendía directamente, a veces incluso a domicilio, en su moto. Posteriormente, junto a mi padre Vittorio, la pequeña empresa artesanal ha ido creciendo hasta llegar a tener más de cien empleados. Hoy en día, dada la competencia global ya no es posible mantener la producción industrial y por ello nos hemos redimensionado: producimos no más de 40 000 paraguas por año y proveemos directamente a las mejores boutiques en 75 países de todo el mundo. El 93% de nuestro volumen de negocio proviene de los mercados extranjeros, en primer lugar de China y Rusia, luego de Europa y Norteamérica. No solo producimos la línea Pasotti, también colaboramos en proyectos private-label con las marcas más importantes del mercado mundial de la moda”.

La expansión constante del mercado exterior es ciertamente mérito de la nueva generación, es decir de Nicola y Andrea Begotti que, gracias a su participación en las más importantes semanas de la moda y a sus conspicuas inversiones en la Web, han contribuido a aumentar la notoriedad de la marca.

Es así que, de generación en generación, la producción artesanal de paraguas se mantiene viva.